Corta el mal de raíz


El tema de la diversificación es más complejo de lo que parece a primera vista. Es importante distinguir entre la imagen interna, la percepción personal, las exigencias sociales y la corrección política o la conformidad. El director ejecutivo de SAP, Christian Klein, se encuentra en una posición difícil. Debe satisfacer a muchos –probablemente demasiados– grupos de interés. ¡Está entre la espada y la pared!
Esta cuestión es visible incluso en los principales medios de comunicación. El presentador alemán Oliver Welke se hizo pasar por un portavoz falso de la sede central de SAP durante un sketch del programa satírico alemán «Heute Show» (el show de hoy). Esto demuestra que el tema de la diversidad en las empresas globales es relevante para la sociedad.
Amigos míos que nunca antes se habían interesado por mi trabajo o mis escritos se han acercado a mí para hablarme de SAP, la diversidad y la cuota de mujeres. La sumisión de SAP al Gobierno estadounidense y la visión del mundo del presidente Trump han desencadenado un amplio debate social. ¿Y ahora qué?
Respetar las expectativas sociales de un país es un acto de cortesía. El conflicto surge cuando estas directrices y recomendaciones contradicen los valores propios de una empresa. En la Junta General Anual de SAP de 2025, Christian Klein argumentó este punto con habilidad y diplomacia: la retirada de una cuota vinculante para las mujeres en los consejos de administración y de supervisión, así como la eliminación de determinados objetivos de diversidad, no dice nada sobre las actitudes y acciones de una empresa.
Las palabras del director general de SAP también podrían interpretarse de la siguiente manera: la ausencia de objetivos de diversidad declarados sugiere que los ejecutivos de SAP ya no están comprometidos con la diversidad. Sin embargo, la pregunta sigue siendo: ¿qué tipo de normas sociales y morales son estas si SAP las aplica, pero no las reconoce públicamente?
Esto crea una zona gris familiar para muchos grupos de interés. Los accionistas están preocupados por el éxito del negocio, que, en SAP, se basa en gran medida en Estados Unidos. Los empleados se preocupan por la imagen que proyectan en relación con su empresa. El público participa en el debate entre el Gobierno de EE. UU., la junta directiva de SAP, los empleados, los clientes, los socios y la prensa.
En este caso, tiene sentido el dicho «corta el mal de raíz» antes de que la situación se agrave. El director ejecutivo de SAP, Christian Klein, está comprometido con el éxito empresarial en beneficio de sus empleados, clientes, socios y accionistas.
¡SAP ha vuelto a comunicarse de forma muy torpe sobre el tema de la diversidad! Por respeto a la administración estadounidense y a Donald Trump, SAP podría haber suspendido los objetivos de diversidad. Sin embargo, por respeto a sus empleados en todo el mundo, SAP podría haber formulado objetivos adaptados y no haber tirado el grano con la paja.