Ninguna oportunidad para Facebook & Co.
El mundo se recorta a la eficiencia. Lo que no cabe en una hoja de cálculo Excel, no cabe. En los campos de la comunicación, la publicidad y el periodismo, el poder de Google, Facebook y Twitter parece abrumador.
¿Es lo "digital" realmente ya más que una herramienta? ¿Son los canales de comunicación digitales realmente más importantes que una conversación cara a cara? ¿Cuenta más la página de Facebook que la interacción interpersonal para el éxito de un negocio?
"El papel añade valor", escribe nuestra imprenta en su comunicado de prensa interno, y continúa: El que escribe, se queda, como dice el refrán. El papel, al parecer, pone límites a la arbitrariedad.
Si tienes algo impreso en papel, lo vuelves a coger y lo corriges. Al contrario que en Internet, donde puedes poner algo y volverlo a quitar. El papel realza un mensaje y lo convierte en algo tangible.
Necesitamos Xing, Twitter y Facebook, pero no es nuestro canal "estrella". Actualmente estamos trabajando en un portal web con diseño responsivo y un blog integrado.
Hacemos un uso intensivo de todas las herramientas electrónicas disponibles. Y creemos en Marshall McLuhan, que dijo: "El medio es el mensaje". (Sin embargo, el título original de su libro, después de Comprender los medios de comunicación, era -debido a un error de la imprenta: El medio es el mensaje- Inventario de efectos. Se ha transmitido que McLuhan dijo en su momento sobre este "error": "Lo que se pone sobre el papel permanece").
Para el equipo editorial de E-3, disponer de su propio canal en papel para la información y la labor educativa en y con la comunidad SAP tiene otra ventaja: en una época en la que casi todo parece posible, el control sobre la plataforma de comunicación abierta es un criterio de calidad sostenible.
No queremos sumarnos al clamor histérico de los responsables de Facebook sobre la cuestión del "físico" y, por otra parte, hacer caso omiso de numerosas llamadas al odio y la calumnia.
Como informó Spiegel Online en noviembre, la fiscalía de Hamburgo está investigando a Facebook por difundir comentarios de odio. Se trata de complicidad en la incitación a la población. ¿Qué empresa puede permitirse ahora utilizar Facebook como plataforma de imagen y publicidad y enorgullecerse de los contactos de plomo que ha conseguido?
Facebook va camino de convertirse en un no-go en el discurso democrático y social. El que escribe, se queda, como dice el refrán, y con razón. El papel, al parecer, pone en gran medida límites a esta arbitrariedad.