IoT sienta las bases de la empresa inteligente


Internet se ha convertido en un elemento permanente: en las cosas, en los hogares, en el ciclo económico mundial. Y viceversa: las cosas también han pasado a formar parte de internet, se comunican con ella y pueden controlarse a través de internet. A diferencia de la IA o el blockchain, por ejemplo, el IoT ya es plenamente aplicable en la producción y está celebrando con razón una auténtica marcha triunfal en su uso en la industria.
A la hora de evaluar lo que nos depara la digitalización, probablemente todo el mundo esté de acuerdo con la afirmación de que la digitalización cambiará significativamente tanto nuestra forma de trabajar como la manera en que debemos diseñar los procesos empresariales y los modelos de negocio. Si se piensa en la digitalización desde el final, también se llega a la conclusión de que todo lo que pueda digitalizarse se digitalizará, y pronto. Por lo tanto, la mayoría de las empresas ya se están centrando en el IoT a la hora de desarrollar sus estrategias de digitalización. Pero, ¿qué significa esto concretamente en el entorno empresarial?
¿Qué significa esto en la práctica?
Cada máquina, cada sistema, cada componente, cada contenedor, cada medio de transporte y cada producto estarán digitalizados en el futuro, lo que significa que se suministrarán y recibirán datos. Estos datos operativos se recopilarán a lo largo de toda la cadena de suministro y se utilizarán para hacerla cada vez más flexible, rápida y eficiente. Sin embargo, no sólo los datos de su propia cadena de suministro son valiosos, también vale la pena mirar más allá de su propia empresa e incluir en sus consideraciones los procesos relacionados con proveedores y clientes.
El intercambio ininterrumpido y digitalizado de información a través de los límites de la empresa tiene en cuenta toda la cadena de suministro ampliada de un proceso de fabricación, incluida la compra de materias primas y la entrega, y ofrece aún más oportunidades. Esto lleva el uso de IoT a un nuevo nivel, ya que existe un mayor potencial a lo largo de la cadena de suministro ampliada para utilizar IoT con el fin de acelerar el flujo de información, utilizar la información para controlar el flujo del proceso o reaccionar automáticamente ante los acontecimientos.
Por ejemplo, los niveles de llenado de los contenedores en las instalaciones del cliente pueden utilizarse para optimizar la planificación de la producción o activar órdenes de reabastecimiento; la información específica sobre procesos de producción o fallos puede activar órdenes de mantenimiento o controles de calidad especiales; los informes de estado sobre entregas entrantes o retrasadas contribuyen a aumentar el beneficio del cliente y le dan la oportunidad de optimizar sus propios procesos. Las posibilidades técnicas para conectar datos en red -en forma de sensores, actuadores, pequeños ordenadores, GPS o módulos de telefonía móvil- son cada vez más baratas y potentes. Y del lado de las arquitecturas informáticas modernas, la integración de estos dispositivos resulta cada vez más cómoda.
Con un sistema ERP de SAP -ya sea ECC o ya S/4 Hana y el SAP Plant Connector o la SAP Cloud Platform- los escenarios descritos pueden realizarse de forma estándar tanto in situ como basados en la nube sin necesidad de costosos desarrollos. En cuanto a los procesos empresariales basados en datos, hay otro aspecto que cada vez cobra más importancia: en el futuro, ya no bastará con recopilar y utilizar los datos operativos de los procesos empresariales.
IoT también puede contribuir a mejorar la experiencia del cliente
La experiencia del cliente es la palabra de moda del momento, y el objetivo es incluir y utilizar los datos del recorrido del cliente en el conjunto de información para gestionar y mejorar los procesos empresariales, los servicios y los productos.
Y esto no dependerá solo del IoT: Si conseguimos combinar el Internet de las Cosas con otras tecnologías como la inteligencia artificial o el aprendizaje automático, el camino estará despejado para hacer inteligentes procesos o empresas enteras. El Internet de las Cosas es, por tanto, la base de la Empresa Inteligente.





