La IA en el punto de mira —entre la exageración y la realidad
El entusiasmo en torno a la IA se ha desvanecido tan rápidamente como surgió. Se ha acabado el entusiasmo o forma ahora la IA simplemente parte de nuestra vida cotidiana?
¿Realmente importa?
Hoy en día, un titular sobre IA o un sello "powered by AI" en una aplicación ya no bastan para atraer a la gente. En la euforia inicial, pronto quedó claro que la inteligencia artificial había llegado para quedarse. Al mismo tiempo, quedó claro que muchas de las aplicaciones supuestamente prometedoras no son tan eficientes como se pensaba en un principio. En Europa y Alemania en particular, los expertos en protección de datos se están centrando en las empresas que están experimentando con IA. Para los usuarios de SAP, esto significa que la protección de datos y el cumplimiento de la normativa son las principales prioridades a la hora de implantar soluciones de IA.
La IA ya se utiliza de forma intensiva en otros ámbitos: las publicaciones de LinkedIn con emoticonos e imágenes personalizadas son la norma allí. Sin embargo, estas no son las áreas en las que las empresas pueden realmente escalar con la IA y hacer más eficientes sus procesos centrales. Cuando la IA se integra en los procesos establecidos, las dificultades no tardan en hacerse patentes. Las ideas creativas se tambalean porque los flujos de procesos no suelen comunicarse con claridad cuando se solicitan. Las adaptaciones no suelen tenerse en cuenta en un sistema ERP en crecimiento. Al final, los resultados no suelen ser tan buenos como se esperaba o los usuarios se encuentran con tareas irresolubles al utilizar el sistema. Incluso los presupuestos generosamente asignados a la IA se derriten más rápido que los icebergs del cambio climático. Hay que recalcular los modelos muchas veces con un coste enorme, reescribir parcialmente el software y añadir varios modelos de aprendizaje automático y aprendizaje profundo a los LLM generales para resolver tareas específicas de forma rápida, eficiente y fiable.
¿Qué ocurrirá después? ¿Significa esto que las primeras inversiones en IA fueron en vano? Yo creo que no. Reconocer y experimentar las dificultades iniciales garantiza que las buenas ideas se conviertan rápidamente en buenos productos que beneficien a todos en la empresa. Las primeras inversiones también aseguran una ventaja tecnológica y convencen incluso a quienes dudan de la tecnología. Para los usuarios de SAP, esto significa que pueden beneficiarse de los últimos avances en IA y optimizar aún más sus procesos empresariales. Todos somos cada vez más eficientes con la IA, introducimos documentos 100 veces más rápido y utilizamos los recursos en producción de forma aún más eficiente.
Evaluación de las decisiones de la IA
Uno de los principales retos en los próximos años será reunir y vincular las áreas individuales mejoradas por la IA. La gobernanza de los datos y la verificabilidad de las decisiones y los datos generados por la IA se convertirán en tareas importantes, especialmente en las áreas críticas. La calidad de los datos almacenados en la empresa, así como su estructura y vinculación, desempeñan aquí un papel decisivo. Esto nos permitirá utilizar todo el potencial de la IA en todas sus formas y comprender y evaluar los resultados. Esto es urgentemente necesario, ya que la IA sigue generando costes inmensos. La integración de los distintos productos apoyados por la IA sigue siendo compleja. Los planes de los proyectos suelen ser muy ajustados, los procesos definidos siguen fallando en casos concretos y requieren una adaptación y mejora constantes. El asesoramiento integral fuera de nuestras propias competencias básicas será aún más importante, ya que la complejidad aumenta con cada nueva tecnología.
Está claro que ahora somos capaces de superar retos con potencia de cálculo para los que antes necesitábamos a los humanos. También está claro que en un futuro próximo tendremos que tomar muchas decisiones nosotros mismos, pero con la ayuda de la inteligencia artificial. La mejor manera de responder a la siguiente pregunta es preguntarse a uno mismo: ¿Es la IA en última instancia sólo una rápida evolución de problemas conocidos o realmente la revolución prometida?
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