¿Asesino laboral o desafío?
En nuestro país vecino, Suiza, se ha celebrado por primera vez un referéndum para introducir una renta básica incondicional para todos los habitantes, con el fin de garantizar el sustento de todos.
Una de las razones esgrimidas por los economistas para justificar esta demanda fue que la iniciativa Industria 4.0 costará en el futuro un gran número de puestos de trabajo en las empresas manufactureras, lo que creará más poder adquisitivo.
Realmente no quiero entrar en este difícil debate político, ya que son cuestiones que deben debatirse y decidirse a otros niveles. En su lugar, me gustaría señalar las oportunidades que nos ofrece la Industria 4.0 para mantener la competitividad de las empresas en el futuro y, sobre todo, para seguir siendo competitivos a nivel internacional.
Ya he abordado este tema en repetidas ocasiones en artículos anteriores y me gustaría señalar una vez más, basándome en la situación actual, que, en mi opinión, la transformación digital en el sector empresarial traerá más oportunidades para las empresas y, por lo tanto, seguirá planteando retos en términos de nuevos requisitos laborales para los empleados.
Sin embargo, los procesos fundamentales, las estructuras y la cultura, así como la estrategia corporativa, tendrán que cambiar y adaptarse significativamente.
Esto significa que hay mucho que cambiar en los programas de formación y titulación. También queda mucho por hacer en materia de infraestructuras y concesiones políticas.
Hoy en día, me encuentro con muchas empresas manufactureras innovadoras en regiones rurales que se han convertido en líderes del mercado a nivel internacional. Sin embargo, las desventajas infraestructurales y la escasez de mano de obra cualificada plantean los mayores retos para la gestión en estas zonas.
Como empleador atractivo y de futuro, además de la industria y los productos hay que garantizar las perspectivas de los empleados.
Estos nuevos procesos y flujos de trabajo, modelos temporales y flexibilidad de lugar de trabajo y ubicación sólo pueden establecerse y aplicarse proporcionando la infraestructura perfecta. Esta debe estar disponible en todo momento y para todos en todos los lugares.
La producción se planifica y ejecuta de forma diferente, los robots son parte integrante del proceso de producción desde hace muchos años y ya no podemos racionalizarlos.
Pero podemos desarrollarla y podemos producirla y crear así nuevos y más puestos de trabajo. La eficacia y el aumento de la eficiencia crean, por tanto, otros puestos de trabajo, pero también otros nuevos.
Sin vuelta atrás
La revolución de la transformación digital ya no se puede detener, sino que se ha creado para ganarla. Con la Industria 4.0 y la revolución digital, hemos evolucionado hacia un futuro industrial líder, que seguiremos desarrollando y al que no tenemos nada que temer.
Los nuevos modelos de negocio crearán diferenciación y ventaja en el mercado, lo que acentuará la posición de la empresa, su estatus, sus ventas y, por tanto, sus ingresos.
Debemos aprovechar esta oportunidad. Así no tendremos que preocuparnos por un futuro exitoso.