Inteligencia artificial
Todos los experimentos no eran de inteligencia artificial, sino un mero intento de simular la inteligencia humana con algoritmos de máquina.
Esta imitación funciona sorprendentemente bien: desde 1997, el ordenador "juega" al ajedrez mejor que cualquier humano. Esto ha sido posible gracias a un hardware potente y a unos algoritmos excelentes, ambos diseñados por humanos.
Desde mediados de marzo de este año existe la inteligencia artificial, una inteligencia que ya no desciende de los humanos. No ha sido creada por un programador. Nadie conoce sus algoritmos. Y funciona mejor que cualquier programa de ajedrez.
Esta inteligencia ganó el juego de mesa Go contra el mejor jugador del mundo. El torneo terminó 4 a 1 para el ordenador.
El go es mucho más complejo que el ajedrez. Hay más variantes del juego que átomos en el universo.
La máquina AlphaGo no lleva algoritmos verificables construidos y probados por humanos, sino que juega realmente al Go. Esta máquina procede de Alpha (ex Google) y fue construida por la empresa Deepmind, que fue comprada por Google hace dos años.
¿Por qué gana AlphaGo?
El secreto es una red neuronal, lo único de la máquina que podría seguir siendo humano. Los informáticos copiaron el principio del cerebro y lo simplificaron:
Por un lado hay una entrada, por ejemplo los buzones; conectada a ella está la red neuronal, una red de millones de nodos y conexiones adaptables; al final hay una salida, quizá una impresora.
Si pones tus documentos fiscales en el buzón y arrancas la máquina, la impresora imprimirá definitivamente chatarra. Le das una patada a la máquina y dices "otra vez".
Ahora entra en juego la capacidad de aprendizaje de la red neuronal: la máquina recuerda cómo llegó al resultado basura y seguro que no volverá a recorrer ese camino aleatorio y autoelegido.
Por supuesto, el segundo intento también es una absoluta basura, pero después de unos cuantos millones de intentos, una cifra puede acercarse más a una declaración de la renta correcta. Se puede proporcionar tutoría poniendo a disposición declaraciones de la renta correctas como muestras. Una vez que se encuentra un resultado correcto, la red neuronal aprende de este éxito.
Basándose en miles de partidas de muestra, AlphaGo aprendió el propio juego de mesa. La máquina jugó contra sí misma una y otra vez.
Así, ha surgido un algoritmo artificial que ningún programador podría construir jamás. Los observadores del torneo vieron movimientos que un humano nunca haría. ¡Y el ganador fue AlphaGo!
La base de datos SAP Hana tiene un motor gráfico que construye redes de nodos y aristas (conexiones), y el marco Hana PAL (Predictive Analysis Library) tiene funciones de red neuronal.
Es hora de iniciar un debate sobre la IA también en la comunidad SAP: ¿Es inminente la conquista de las máquinas?