No soy complicado
SAP siempre tiene la culpa cuando fracasa un proyecto de implantación. ¿Es cierta esta afirmación? "No soy complicado, soy un reto", podría responder el que probablemente sea el mejor software ERP del mundo.
Pero como fueron muchos los proyectos SAP que se paralizaron prematuramente en los últimos años, conviene examinar el reto con más detenimiento: SAP se convirtió en el líder del mercado mundial de ERP con software empresarial estándar. No era algo natural.
Dos factores son responsables del éxito de SAP: el punto único de verdad en forma de base de datos central y la personalización de las tablas Abap (software estándar). Ambos factores son técnicamente muy exigentes, pero SAP los ha aplicado muy bien con R/2, R/3, R/3 Enterprise, ERP/ECC 6.0 y Business Suite 7.
Como SAP era un tema empresarial y organizativo, muchos clientes existentes pasaron por alto el hecho de que estaban tratando con una empresa de orientación técnica: El tema era y es la administración de empresas, la pasión y la experiencia de SAP son técnicas.
También se puede poner de esta manera: El informático ha aprendido algunos trucos empresariales y los ha programado en Abap. Para trasladar la solución "a medias" (software estándar) a la vida real, se necesita mucha habilidad, conocimientos de proyectos, gestión del cambio, gestión de procesos empresariales, etc.
La lista de requisitos para llevar un proyecto SAP al éxito es casi interminable: no soy complicado, soy desafiante. Este reto no lo puede asumir ni lo asumirá nunca SAP en solitario.
SAP es en el fondo una empresa tecnológica en parte responsable, pero no la única. Porque, estrictamente hablando, sólo produce software a medio terminar.
Engaño y camuflaje: ahora SAP ha cambiado radicalmente bajo la dirección de Bill McDermott. La "tienda de programación" con administración de empresas adjunta se ha convertido en una organización de ventas.
En la actualidad, SAP transmite la imagen de una corporación que todo lo abarca y todo lo sabe: la expectativa del usuario de que ningún proyecto puede llevarse al traste con SAP parece lógica.
McDermott da una imagen equivocada: el software empresarial estándar no consiste en coloridas aplicaciones en smartphones y tabletas, sino que es un reto técnico, organizativo y empresarial, ¡no complicado, sino complejo!