Transformación digital - Los compañeros
Las implantaciones y ampliaciones típicas de sistemas ERP como SAP son controladas por TI o por los departamentos de negocio. En cualquier caso, ambos deben coordinarse.
Este proceso -especialmente si la ampliación prevista no procede directamente de SAP, sino de otra empresa de software o proveedor de servicios (como los servicios en la nube)- suele seguir pasando por la junta directiva o la dirección.
Aquí es donde se toma la decisión, teniendo en cuenta si la empresa tiene una estrategia "solo SAP" o favorece la mejor solución del mercado con "best of breed". Esto ya no es suficiente para los proyectos de transformación digital.
Se trata de la colaboración digital de componentes de software que antes estaban "conectados" de forma analógica. Especialmente cuando se trata de establecer conexiones interdepartamentales, de repente intervienen varios departamentos especializados, además del de TI.
Como cada departamento tiene sus propios objetivos y las herramientas y flujos de trabajo existentes llevan años establecidos, los cambios crean una complejidad adicional.
Presentar las posibles alternativas, orquestarlas y tomar la decisión correcta a la hora de elegir suele requerir el apoyo de consultorías.
Tuve la oportunidad de estar en la reciente mesa redonda de E-3 Magazine con las principales empresas colaboradoras de SAP. Aunque la transformación digital no era el tema central, estuvo muy presente.
El tenor de los socios es que un buen servicio de consultoría sólo es posible si el cliente analiza las soluciones de arriba abajo en tres cuestiones. El primer nivel es la estrategia corporativa, el valor esperado de la solución para el éxito de la empresa y cómo encaja en ella la solución prevista.
Esto es independiente de soluciones, costes, proveedores, etc. Se trata de dónde está el cliente hoy y adónde quiere ir. No es tanto una cuestión de venta de soluciones, sino del asesor de confianza que, junto con el cliente, desglosa la estrategia corporativa en valores mensurables y los prioriza.
Ejemplos de comercio electrónico pueden ser la fidelidad del cliente, los ingresos por servicios, la sostenibilidad, el índice de rotación, los conflictos entre canales y la satisfacción del cliente.
En el contexto de la transformación digital, también es importante en este paso cuál es la estrategia del cliente (por ejemplo, offline/online/plataforma) y con cuál de los silos de datos internos y externos existentes le gustaría jugar en el futuro.
El segundo paso se refiere a los procesos empresariales. Estos suelen discurrir por varios departamentos y centros de costes y beneficios. Aquí, cada departamento tiene su propia visión y priorización, lo que puede dar lugar a los primeros conflictos.
Debido a la conexión digital prevista entre departamentos y externamente, deben considerarse partes de los procesos empresariales.
Sólo en el tercer paso se debaten y deciden las tecnologías. A través del trabajo preliminar, se definen al menos los parámetros objetivo.
La calidad del asesor de confianza es especialmente importante ahora. ¿Qué soluciones se adaptan a qué interfaces? ¿Qué están preparando los respectivos fabricantes de las soluciones existentes, como SAP, para no tener que adquirirlo por separado, o qué es lo que ya existe en la empresa a través de las licencias existentes? ¿Qué otros componentes están disponibles en el mercado?
En este caso, el asesor de confianza debe ofrecer una visión neutral del mercado. Entre sus tareas está la de analizar el mercado de forma objetiva y no limitarse a sugerir lo que conoce bien.
En el ámbito de la tensión de la transformación digital, la cuestión de la fuente única de la verdad, es decir, que solo haya un lugar desde el que se generen los datos y que esto se aplique a todos los departamentos y al propio entorno empresarial.
Muy pronto surgirán cuestiones de armonización de datos, incluida la consolidación de diferentes modelos de datos. La propia SAP se ve afectada por ello, ya que las distintas adquisiciones traen consigo sus propios modelos de datos. La transformación digital no solo incluye los flujos de trabajo digitales, sino también la evaluación óptima de los datos.