Nube sí, pero regional
En mi opinión, hay varias razones por las que seguirá siendo importante que las PYME confíen en la proximidad regional a la hora de utilizar servicios en la nube: Personas de contacto fijas, calidad del servicio y comprensión individual de las soluciones, esfuerzo necesario para la gestión, así como rapidez y transparencia de costes.
En el caso de un gran proveedor de servicios en nube, el cliente recibe los servicios desde un portal de autoservicio. No suele haber personas de contacto fijas para consultas o necesidades individuales. O existen barreras lingüísticas en la comunicación con el centro de llamadas, lo que alberga posibilidades de malentendidos.
Por eso, para un usuario de nube de tamaño medio es importante disponer de una persona de contacto fija en su proveedor de servicios en nube que hable su idioma nacional. La flexibilidad específica del cliente y las personas de contacto fijas en el servicio garantizan la seguridad, la rapidez y el éxito del proyecto. Esta eficiencia no suele ser posible cuando se trabaja con equipos virtuales y personas de contacto que cambian constantemente en un gran proveedor.
La TI en el ámbito del hosting/outsourcing es vista hoy por muchos como una mercancía y definida como puramente estándar. Sin embargo, más allá de eso, la externalización puede significar un valor añadido para el cliente, si hablan entre ustedes y desarrollan juntos soluciones individuales.
Esto sólo funciona en el diálogo directo. Al fin y al cabo, las PYME también mantienen una comunicación creativa con sus proveedores del sector no informático, lo que las hace más flexibles. Con razón, se sienten incómodas con soluciones en la nube en las que tienen que prescindir de contactos técnicos.
En contraste con un autoservicio comunicativo, con un proveedor regional de servicios en la nube encuentran el deseado intercambio personal como base para una oferta de servicios mutuamente coordinada de forma óptima y una sólida colaboración.
En este sentido, la informática puede ser un tornillo de ajuste para destacar entre la multitud y convertirse en un campeón oculto.Una empresa mediana -a diferencia de las grandes, donde la responsabilidad suele estar amortiguada por accionistas anónimos- debe ante todo pensar en términos económicos.
Por tanto, el esfuerzo necesario para gestionar las soluciones informáticas desempeña un papel decisivo. Los grandes proveedores de nube suelen ofrecer servicios individuales y dedicados, estandarizados.
Así, si reservas un servicio con Azure, el siguiente con IBM y así sucesivamente, tienes que dedicar mucho esfuerzo a gestionar tus soluciones con distintos contactos.
La PYME, por su parte, prefiere abordar el tema de forma global y está mejor servida en términos de esfuerzo informático con un "proveedor único" que ofrezca todos los servicios desde una única fuente. Los servicios en la nube "de una sola fuente" alivian significativamente la carga de la gestión.
Con un proveedor único, también puedes negociar los acuerdos de nivel de servicio individualmente, aplicar preferencias personales en la selección de cortafuegos o antivirus, etc. Estos detalles no suelen ser negociables con un gran proveedor estandarizado.
Los grandes proveedores de servicios en nube, en particular, deslocalizan regularmente los sistemas de sus clientes. El resultado es un aumento de los márgenes de beneficio a corto plazo. También satisface la necesidad de los grandes clientes de seguir al sol.
Para los clientes medianos, sin embargo, este no suele ser el factor decisivo. En cambio, suelen quejarse de dificultades de comunicación con el centro de llamadas extranjero al cabo de poco tiempo.
Así, la calidad del servicio disminuye y el proveedor de la nube pronto tiene que volver a repercutir en el cliente los menores costes mediante la deslocalización si no quiere perderlo: una canibalización de su propio sistema de precios.
Las PYME necesitan más bien seguridad de precios y transparencia, porque piensan a largo plazo. Además, están acostumbradas a las asociaciones y, por tanto, también aceptan una prima en las condiciones en comparación con los proveedores con una "mezcla extraterritorial".
La experiencia de FIS-ASP con PYME alemanas (consideradas aquí en el orden de magnitud de entre 100 y 2.500 millones de euros de facturación anual) demuestra que es precisamente allí donde se siguen apreciando las ventajas de la externalización clásica y de las medidas individuales de control e influencia.