Sin interés por la prensa mentirosa
Pero el enfado y la decepción no se limitan a la prensa. A los socios de SAP de países germanoparlantes también se les niega el acceso a Sapphire en Múnich si proceden de un país equivocado, como Suiza.
Obviamente, SAP pasa por alto el hecho de que muchos socios están ahora presentes en todo el mundo con sus soluciones. Las fronteras artificiales de SAP están totalmente fuera de lugar y contradicen el espíritu de una comunidad global. La apertura sería la respuesta adecuada a los retos actuales.
Es el miedo a perder el control lo que bloquea actualmente a SAP. Se está filtrando información interna. Una gran parte de los ejecutivos de SAP están preocupados por el comportamiento del servicio de reparaciones. Los clientes actuales de SAP están mirando más allá de sus horizontes familiares y considerando si los proveedores de terceros no podrían ser una mejor opción para la logística, los recursos humanos, la supervisión de TI, el gobierno de datos. En otras palabras, Christian Klein, CEO de SAP, está volando por los aires en estos momentos. Está tratando de atrapar y salvar lo que todavía es posible. En esta situación, cualquiera desarrollaría probablemente una manía de control, ¡sabiendo perfectamente que es una reacción equivocada!
Esto también hace que el rechazo de cualquier comunicación con partes externas sea sólo un paso lógico. No todo era mejor en el pasado, por supuesto que no, pero yo mismo lo he experimentado: con el antiguo CEO de SAP, el profesor Henning Kagermann, los debates eran más abiertos, diversos, comprometidos y justos. Había una cultura de debate de SAP distinta y muy abierta. La negativa a visitar Sapphire Munich a un cliente existente de SAP (nuestra editorial funciona con SAP Business One) y a periodistas (y somos miembros del DSAG) parece extraña.
¿Por qué SAP ya no está interesada en un discurso? Es evidente que el grupo ERP está desbordado por la crisis actual. Es evidente que Christian Klein intenta reaccionar a este desafío organizativo y mental con el máximo control: En consecuencia, no se permite a ningún periodista asistir a una exposición interna en Múnich, y sólo se permite la entrada a socios y clientes existentes con pasaporte alemán. Esto no puede salir bien.
Los signos de la falta de comunicación con la comunidad SAP están a la vista. Falta una narrativa visionaria. La marca SAP sufre por la falta de discurso de la junta directiva de SAP. El repliegue en las propias cuatro paredes es discutible, véase la era Biedermeier, pero fatal para el necesario y actualmente inexistente éxito de mercado. Falta una cultura de comunicación creíble y sostenible. Incluso los tan importantes análisis financieros sólo se facilitan de forma rudimentaria. El resultado es una cotización desilusionante muy por debajo de los 100 euros. La media del precio objetivo previsto por los analistas financieros para este año es de unos escasos 112 euros (fuente: Handelsblatt Online, 22. 8. 2022). ¿Y ahora qué? A finales del año pasado, el precio objetivo de la acción SAP se situaba en torno a los 150 euros.
El profesor Hasso Plattner y el director general de SAP, Christian Klein, tendrán que reaccionar a esta evolución el próximo otoño a más tardar, porque esta vez no se trata sólo de los clientes actuales, sino también de los inversores y de la comunidad en su conjunto.