La soberanía digital decide el futuro


Europa sigue fragmentada en 28 submercados y la demanda de TI y telecomunicaciones en toda la UE crece sólo un 0,1%.
"Debemos alcanzar la excelencia internacional en tecnologías, servicios y plataformas digitales clave y, al mismo tiempo, ser capaces de tomar decisiones autodeterminadas y seguras entre alternativas de socios de confianza"
ha declarado el Presidente de Bitkom, Dieter Kempf.
"Los políticos, pero también todos los agentes relevantes de las empresas y la sociedad, deben dar prioridad al objetivo de la soberanía digital.».
Países como EE.UU. o China ya cuentan con mercados nacionales estandarizados mucho más grandes, mientras que las inversiones correspondientes se han multiplicado varias veces. De las cien principales empresas mundiales de TI y telecomunicaciones, sólo nueve tienen su sede en Europa, dos de ellas en Alemania.
Ocho medidas para un reinicio digital
1 Alemania debe ser el motor de una UE digitalmente soberana. En las regiones que ya cuentan con una muy buena base deben establecerse focos tecnológicos que se conviertan en centros de excelencia únicos en el mundo.
Las estructuras y procedimientos de normalización que se han desarrollado durante décadas en Alemania y Europa deberían revisarse con el objetivo de acelerar enormemente los procesos y poder así establecer desde Alemania normas mundiales autorizadas en nuevos campos de la tecnología en una fase temprana.
2 Alemania debe hacer de Europa su mercado interior. La fragmentación del mercado europeo es la mayor desventaja estructural frente a EE.UU. y China.
Un auténtico mercado único digital con condiciones normalizadas en toda la UE, desde la protección de datos y consumidores hasta la fiscalidad, acercaría mucho más a Europa a Estados Unidos y China.
3 Alemania debe convertirse en un centro neurálgico europeo de start-ups. Las start-ups tecnológicas eficientes, de rápido crecimiento y con vocación internacional son cruciales para un ecosistema digital que funcione. Tenemos que hacer que fundar, crecer e internacionalizarse sea lo más fácil posible.
4 Alemania debe centrar su financiación de la investigación en las tecnologías digitales. El principio de la regadera, aún demasiado extendido en la financiación pública de la investigación y las empresas, debe convertirse en un principio de focalización.
En el futuro, la financiación pública de Alemania y la UE debería centrarse en medidas que sirvan para ganar soberanía digital, sobre todo en lo que respecta a la transformación digital de las principales industrias alemanas y europeas.
5 Alemania debe encontrar un equilibrio entre la diversidad y la protección de datos. Una economía de datos competitiva, con sus plataformas y servicios inteligentes, necesita unas condiciones de competencia equitativas a escala internacional, entre otras cosas mediante un Reglamento General de Protección de Datos europeo.
La protección de datos debe permitir la economía de datos en las mismas condiciones para todos los proveedores y no debe impedirla. Dos principios básicos de la protección de datos -la minimización de los datos y la limitación de su finalidad- deben revisarse y completarse o sustituirse por los principios de diversidad y riqueza de los datos.
6 Alemania debe completar su ideal educativo con un ideal educativo digital. Necesita personas capaces de desarrollar y utilizar responsablemente las tecnologías adecuadas.
Para ello, el sistema educativo debe reformarse de manera que se garantice una disponibilidad suficiente de especialistas en informática a largo plazo. La informática debe introducirse como asignatura obligatoria a partir del 5º curso.
7 Alemania debe optimizar la protección de sus comunicaciones. La economía, el Estado y los ciudadanos europeos deben poder comunicarse en las redes digitales con absoluta confidencialidad y protección.
Para ello, necesitan experiencia, orientación fiable y socios de confianza.
8 Alemania debe construir las infraestructuras digitales más eficientes. Deben establecerse lo antes posible infraestructuras digitales seguras y de alto rendimiento y redes inteligentes en el marco de un esfuerzo conjunto de la industria y el Estado como parte de las redes de alto rendimiento a escala europea.