IA humanitaria
La Comisión Europea quiere utilizar una serie de medidas para que la IA sea aún más accesible en interés de los ciudadanos europeos y para seguir aumentando la competitividad de Europa.
Además del fomento de las inversiones, está previsto desarrollar directrices éticas. La Comisión propone un concepto basado en los tres pilares siguientes: Aumentar la inversión pública y privada, prepararse para los cambios socioeconómicos y garantizar un marco ético y jurídico adecuado.
Según la Comisión, la UE debe aumentar la inversión en investigación y desarrollo de IA en los sectores público y privado en un total de al menos 20.000 millones de euros para finales de 2020.
Para ello, la Comisión está aumentando su inversión en el marco del programa de investigación e innovación "Horizonte 2020" hasta los 1.500 millones de euros en el período comprendido entre 2018 y 2020.
Estas inversiones pretenden movilizar fondos adicionales de asociaciones público-privadas existentes por valor de 2.500 millones de euros, por ejemplo en los ámbitos de los macrodatos y la robótica.
Contribuirán a apoyar el desarrollo de la IA en ámbitos clave -desde el transporte a la sanidad-, a crear redes y reforzar los centros de investigación sobre IA en toda Europa y a promover las pruebas y ensayos de IA.
Además, el Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas (FEIE) debería utilizarse para proporcionar a las empresas y start-ups financiación adicional para inversiones en IA.
Por ejemplo, el FEIE se propone movilizar una inversión total de más de 500 millones de euros en una serie de ámbitos clave de aquí a 2020. La Comisión también seguirá trabajando para crear un entorno favorable a la inversión.
Como cualquier tecnología revolucionaria, la inteligencia artificial puede plantear nuevos problemas éticos y jurídicos, como la responsabilidad o las decisiones potencialmente sesgadas.
Las nuevas tecnologías no deben cambiar nuestros valores. Por ello, la Comisión elaborará para finales de 2018 unas directrices éticas para el desarrollo de la IA, basadas en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea.
Para ello, tendrá en cuenta principios como la protección de datos y la transparencia y se basará en los trabajos del Grupo Europeo de Ética de la Ciencia y de las Nuevas Tecnologías.
Para elaborar estas directrices, la Comisión también colaborará con todas las partes interesadas en una Alianza Europea de la IA. A mediados de 2019, la Comisión también presentará una directriz sobre la interpretación de la Directiva sobre responsabilidad por productos defectuosos, teniendo en cuenta los avances técnicos, a fin de ofrecer a los consumidores y a los fabricantes claridad sobre sus derechos y obligaciones en caso de defectos de los productos.