La IA horizontal frente a la IA vertical


La IA horizontal también ofrece nuevas oportunidades a los usuarios de SAP y, al mismo tiempo, plantea nuevos retos a las empresas. Sistemas como ChatGPT o Perplexity son desde hace tiempo algo más que trucos: ofrecen una ayuda concreta en el trabajo diario, por ejemplo en la creación de documentos, la evaluación de grandes cantidades de datos o la comunicación automatizada. Especialmente en el entorno SAP, tradicionalmente muy estructurado y orientado a procesos, las tecnologías horizontales de IA pueden ayudar a hacer más eficientes las tareas rutinarias. Los sistemas subyacentes suelen estar basados en la nube, lo que significa que el acceso a Internet es todo lo que se necesita para utilizar las funciones de texto, imagen o análisis asistidas por IA. Incluso sin conocimientos técnicos profundos, los usuarios pueden completar tareas complejas, desde la creación de textos y la generación de imágenes hasta la respuesta a preguntas complejas. Suelen utilizarse como parte de modelos de suscripción transparentes, lo que facilita el cálculo de los costes.
Falta de especialización
Sin embargo, a pesar de su versatilidad, los sistemas horizontales de IA también revelan debilidades. Su mayor virtud, la universalidad, es también su mayor limitación. Esto se debe a que, por lo general, carecen de conocimientos específicos del sector o de una experiencia en profundidad. Para las empresas con necesidades muy especializadas, las soluciones horizontales de IA pueden alcanzar rápidamente sus límites. Además, existe una carga administrativa cada vez mayor: cualquiera que utilice varias herramientas de IA en paralelo debe coordinar y controlar su uso, lo que conduce rápidamente a una mayor complejidad. La protección de datos es una cuestión especialmente crítica. Introducir información sensible, como los datos personales de los clientes, en aplicaciones de IA no autorizadas puede tener graves consecuencias. Las infracciones del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) no solo son legalmente arriesgadas, sino que también dañan la imagen de la empresa. La IA horizontal es, por tanto, una poderosa herramienta que debe utilizarse con precaución. Sus ventajas son indiscutibles, siempre que se reconozcan y tengan en cuenta los límites de la tecnología en el marco de unas directrices claramente definidas.
IA vertical: Joule
A diferencia de los sistemas de IA horizontales de aplicación general, la IA vertical está orientada a soluciones personalizadas para sectores o divisiones empresariales específicos. Se basa en conocimientos específicos de la empresa y utiliza datos internos para abordar retos concretos y mejorar procesos específicos del sector. El resultado: un uso más preciso y específico de la IA, mucho más cercano a los flujos de trabajo y requisitos reales.
Ejemplos típicos de IA vertical son Microsoft 365 Copilot o SAP Joule. La solución de Microsoft está profundamente integrada en el conocido entorno Office y ofrece funciones inteligentes en Word, Excel y PowerPoint. Ya sean sugerencias de texto, análisis de datos automatizados o la creación de presentaciones basadas en contenido interno: Copilot entiende los procesos individuales de una empresa y ofrece apoyo allí donde los empleados trabajan a diario. SAP Joule va un paso más allá: como componente de IA dentro del mundo SAP, analiza los procesos empresariales internos, reconoce patrones y ofrece recomendaciones basadas en datos. El resultado es un sistema de asistencia inteligente que acelera la toma de decisiones, utiliza los recursos de forma más eficiente y puede mejorar de forma mensurable el rendimiento global de las empresas.
Los puntos fuertes de la IA vertical residen sobre todo en la profundidad de su especialización. Estos sistemas no ofrecen respuestas generalizadas, sino que se basan en conocimientos específicos. El resultado son soluciones muy pertinentes que no sólo son más rápidas, sino también de mayor calidad que los modelos universales de IA. La funcionalidad personalizada también garantiza una mayor integración en los procesos de trabajo existentes y una mayor aceptación por parte de los usuarios. Sin embargo, el desarrollo de este tipo de sistemas es complejo y requiere profundos conocimientos, una estrecha coordinación con los departamentos especializados pertinentes y una sólida infraestructura técnica. La integración en los entornos informáticos existentes también puede ser compleja, sobre todo si los procesos están muy individualizados u orientados al legado.
Conclusión
La elección entre IA horizontal y vertical depende de los requisitos y objetivos específicos de una empresa. Mientras que los sistemas de IA horizontal son versátiles y de fácil acceso, los sistemas de IA vertical ofrecen soluciones personalizadas con funciones y conocimientos especializados. Sin embargo, el uso seguro de la IA requiere una cuidadosa consideración de los requisitos legales, en particular la Ley de IA de la UE, que asegura que los sistemas de IA garanticen la protección de los derechos fundamentales y el cumplimiento de los requisitos de seguridad y protección de datos.
Aplicando una estrategia de IA bien pensada y teniendo en cuenta las distintas ventajas y retos, las empresas pueden utilizar eficazmente la tecnología transformadora de la IA para mejorar sus procesos y obtener una ventaja competitiva.
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