El yo es la producción
La digitalización y la producción en red están creando fábricas inteligentes que eclipsarán todo lo anterior en términos de energía y velocidad. Pero las empresas aún tienen que superar algunos obstáculos antes de que esto ocurra.
La Internet de las Cosas (IoT) y su tecnología subyacente de máquina a máquina (M2M) están creando una especie de supertransparencia en casi todas las industrias.
Un escenario de IoT ya habitual en la fabricación industrial es el siguiente: Los componentes individuales de la cadena de suministro se han convertido en dispositivos inteligentes que proporcionan continuamente datos en tiempo real. Los objetos físicos se identifican mediante chips RFID y sus datos llegan a la nube a través de sensores.
Big Data: Vora y Co.
Con las herramientas de Big Data adecuadas, como SAP Hana Vora, estos datos se vinculan de forma inteligente, se analizan y se obtienen perspectivas completamente nuevas con un nivel de detalle sin precedentes.
El aprendizaje automático, los análisis de datos y las recomendaciones de actuación resultantes se aplican automáticamente. Ya durante la producción, se predice la calidad de los productos finales y se ajusta en caso de que se produzcan las correspondientes desviaciones de muestra o estándar.
En el mejor de los casos, el control de calidad queda obsoleto, ya que las fluctuaciones graves de calidad se eliminan de inmediato. La logística y la fabricación funcionan de forma casi autónoma, SCM cartografía virtualmente toda la cadena de suministro.
Una fábrica inteligente conoce en todo momento los niveles de existencias, el flujo de mercancías y el estado de la producción, y garantiza permanentemente el autocontrol de los procesos de producción. Las máquinas pueden intercambiar sin problemas datos en tiempo real para optimizar las distintas fases de producción.
Los sistemas ciberfísicos (CPS) se utilizan para conectar componentes de software con piezas. Los sensores proporcionan a diario enormes cantidades de datos en la producción.
Procesar zettabytes con eficacia
El reto ahora es utilizar eficientemente estos datos del orden de zettabytes. Industria 4.0 también significa armonizar todos los procesos antes y después de la producción.
Esto cambia la cooperación en la cadena de suministro, ya que los proveedores, los prestadores de servicios logísticos y los clientes deben integrarse en los procesos de creación de valor. La integración depende de la fiabilidad de los sistemas utilizados y de la calidad de los datos.
Todos los participantes en la cadena de suministro deben ponerse de acuerdo sobre plataformas e interfaces comunes. Además, la automatización, es decir, el nivel de las máquinas, se acopla a la SCM.
Tirar por la borda viejas ideas
Las tecnologías de big data, como la gestión de datos en memoria, la analítica, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, están transformando los procesos de toma de decisiones y las empresas.
En el camino hacia la cuarta revolución industrial, las empresas deben crear interfaces de sistemas estandarizados, especialmente entre los sistemas de ejecución de la fabricación y el nivel de control, así como para la gestión y el suministro de datos desde la nube.
Tienen que decir adiós a la forma clásica de pensar en niveles separados. En la red de fábricas inteligentes, dispositivos, sensores, empleados, procesos, sistemas backend, cadenas de suministro y clientes se comunican entre sí sin jerarquías.
Esto crea oportunidades completamente nuevas para combinar la experiencia humana y los conocimientos generados por ordenador. La digitalización es la palanca decisiva para ahorrar recursos a gran escala. Pero solo si las empresas afrontan los retos, la cuarta revolución industrial tendrá éxito.