Informática distribuida, definida por software o hiperconvergente


Mientras que hace unos años incluso una empresa mediana necesitaba enormes bastidores de hardware, hoy se las arregla con una fracción del espacio necesario, y eso con volúmenes de datos en enorme aumento.
El hardware de alta disponibilidad y alto rendimiento sigue siendo la base del centro de datos, pero es el software el que impulsa el futuro. Como proveedor de software, SAP también es consciente de ello desde hace tiempo.
Porque la eficacia real y el aumento de la creación de valor es lo que las empresas y los usuarios finales obtienen hoy del software. Quieren estructuras informáticas elásticas que se adapten a sus necesidades.
Esto requiere un software flexible e inteligente a todos los niveles, ya sea para servidores, redes o almacenamiento. Esto no requiere más hardware que el que cabe en dos unidades de altura -también conocidas como 2U- de un rack.
Si es necesario, basta con añadir otra caja de 2U. El software se adapta en consecuencia: si es inflexible en este sentido, no sobrevivirá o no se adaptará.
Global players vs. start-ups
Curiosamente, no son los operadores mundiales los que están dando un nuevo impulso a este mercado, sino pequeñas empresas de nueva creación como Simplivity. Han reconocido el poder del software y están explotando su potencial.
Los grandes fabricantes no pierden de vista a las jóvenes empresas con recursos, y las adquieren sin más si consiguen reforzarse de forma significativa. Por ejemplo, VMware compró el especialista en redes Nicira por 1.260 millones de dólares e integró sus soluciones en su propia cartera de productos.
Pero, por supuesto, algunas empresas líderes internacionales también pueden opinar al respecto. SAP ha marcado el comienzo de una nueva generación de software empresarial, especialmente con su tecnología Hana, que deja en un segundo plano la cuestión del hardware.
Las nuevas tecnologías en memoria impulsadas por software y los sistemas de análisis empresarial trabajan con datos reales de sistemas ERP y otros datos críticos para la empresa sin transformarlos con mucho hardware en los anticuados sistemas de almacén de información empresarial (BW).
La integración más profunda y sin fisuras de los módulos SAP entre sí reduce los largos tiempos de espera entre la solicitud y el resultado. El software trabaja de forma más inteligente y en tiempo real con las fuentes de información exactas que son o pueden ser relevantes para el cliente.
SAP In-memory da forma al panorama informático
Hoy en día, el software distribuye las capacidades del hardware, y no al revés: en la jerga técnica esto se denomina informática distribuida, definida por software o hiperconvergente.
Al principio, estos métodos se utilizaban en proyectos que requerían mucha potencia de cálculo, como en la investigación farmacéutica. Entretanto, los conceptos han llegado al mercado de masas, rompiendo las antiguas estructuras de silos para áreas como el almacenamiento o los servidores y distribuyendo inteligentemente los recursos informáticos según las necesidades.
El rendimiento del hardware se da por sentado, se ha convertido en algo natural, incluso para proyectos exigentes como la analítica empresarial.
La forma en que las fuentes de información pueden procesarse y analizarse con SAP está cambiando enormemente el uso del hardware. Ya no son necesarias enormes unidades de almacenamiento.
En cambio, la velocidad es fundamental, lo que significa que las unidades de almacenamiento deben ser capaces de leer los datos para la tecnología en memoria una vez lo más rápido posible al arrancar y hacer copias de seguridad de las transacciones actuales en caso de fallo.
Hoy en día, las unidades flash (véase NetApp y EMC) lo hacen muy bien. Por lo demás, SAP no necesita más que servidores básicos con mucha RAM (memoria principal).
Los servidores actuales son potentes por derecho propio, pero son la computación en memoria y las tecnologías relacionadas las que están llevando a los servidores a un uso escalable horizontalmente.
Son los impulsores de la eficiencia de los procesos empresariales y de la mejora de las decisiones de negocio: los grandes servidores de escalabilidad vertical ya no son necesarios para ello a largo plazo. El camino que está tomando SAP con su estrategia en la nube es una muestra de ello.
Victoria del software
Parece claro: la importancia del software aumenta a medida que disminuye la del hardware. El hardware se simplifica en principio, se vuelve intercambiable siempre que se garantice el rendimiento.
El software, por su parte, es cada vez más amplio, más ágil y adquiere cada vez más protagonismo. La ventaja: los entornos informáticos heterogéneos pueden utilizarse de forma más eficiente y uniforme mediante el uso de software inteligente.
Así se ahorran recursos y tiempo, ya que se evita el despilfarro innecesario de recursos mediante redundancias y adquisiciones superfluas. Aunque el pleno potencial de estas últimas esté lejos de agotarse.
Es importante examinar críticamente la propia infraestructura informática hoy en día para aprovechar las oportunidades y marcar el rumbo hacia un futuro impulsado por el software. SAP, en particular, da muchas sorpresas en este sentido.