Según las estimaciones actuales, millones de empresas se perderán los beneficios derivados del mercado único digital. En consecuencia, no participarán en una contribución estimada de unos 415.000 millones de euros a la economía europea.
Solo la mitad de las empresas (51%) ha oído hablar del mercado único digital europeo previsto para finales de 2016.
El objetivo del mercado único digital es estandarizar el mercado europeo en línea para que los mismos contenidos, productos y servicios estén disponibles en todas partes al mismo precio.
Una encuesta realizada a 1.360 dirigentes empresariales de países de la UE mostró que esta propuesta es menos conocida en los países nórdicos (28%), Bélgica/Luxemburgo (29%) y Portugal (30%).
En este contexto, hay dos aspectos preocupantes en cuanto a conocimientos y preparación. En primer lugar, sólo el 7% de las pequeñas y medianas empresas de la UE declaran que ofrecen sus productos a través de las fronteras.
En segundo lugar, la mayoría de las empresas europeas (65%) tienen previsto ampliar sus actividades empresariales a otros países europeos en los próximos cinco años.
Sin embargo, si no adoptan el concepto de mercado único digital, será difícil hacer realidad estos ambiciosos planes de crecimiento. Las empresas de Austria, Hungría y los países nórdicos son las más propensas a afirmar que quieren expandirse más allá de sus propias fronteras nacionales de aquí a 2020.
La mayoría de los encuestados ven varias ventajas en un mercado único digital. En particular, citaron el mayor potencial de clientes en la UE (56%), la oportunidad de abrir nuevos mercados en Europa (52%) y una mayor eficiencia dentro de sus propias empresas (44%).
Sin embargo, el 24% de las empresas encuestadas tampoco cree que el mercado único digital vaya a aportar beneficio alguno, y a muchas les preocupa el impacto que pueda tener en su negocio. Un tercio cree que el mercado único digital solo dará lugar a una mayor regulación innecesaria.
Una de las razones de la falta de entusiasmo por el mercado único digital podría ser la preocupación por la madurez digital de sus propios países. Solo el 9% de los líderes empresariales europeos afirma que su propio país es "muy fuerte" en el ámbito de la tecnología, las competencias y las infraestructuras digitales.
Mientras que casi dos tercios de todas las empresas de los países nórdicos consideran que sus países son fuertes en el sector digital, esta cifra desciende a una quinta parte en el caso de las empresas de España y Polonia y a sólo el 15% en Francia e Italia.
Según el Índice de Economía y Sociedad Digitales de la Comisión Europea, Dinamarca, Suecia y Finlandia son los tres países de los 28 miembros de la UE más desarrollados en el sector digital, mientras que Polonia, Italia y España se sitúan en la mitad inferior.