Los directivos necesitan más conocimientos de alta tecnología
Los directivos modernos se enfrentan al reto de no perder de vista el desarrollo corporativo y seguir avanzando en la estrategia global. Los conocimientos en ámbitos como la inteligencia artificial, la ciberseguridad o el Internet de las cosas se están convirtiendo cada vez más en un factor crítico de éxito en la gestión, junto con las competencias clásicas.
CDO, responsable de seguridad informática, desarrollador móvil: hace diez años, estas profesiones eran prácticamente desconocidas, pero hoy se encuentran entre las más solicitadas de todas.
Esta evolución ilustra hasta qué punto está cambiando actualmente el mercado laboral. Los perfiles laborales se crean o cambian constantemente y actualmente se requieren competencias digitales en casi todos los sectores.
Las empresas se enfrentan al reto de encontrar ejecutivos que puedan satisfacer estas elevadas y complejas exigencias. Los ejecutivos del mañana no solo deben tener una competencia digital básica, sino también una parte de agilidad para familiarizarse rápidamente -pero con solvencia- con los nuevos temas y requisitos y actuar de forma orientada a la búsqueda de soluciones.
Además de habilidades clásicas como la asertividad, la empatía y la gestión de la complejidad, así como competencias profesionales, los directivos también necesitan sólidos conocimientos de las últimas tecnologías y temas de tendencia, ya sea blockchain, digitalización, IA, IoT o ciberseguridad, según el experimentado headhunter.
En lo que respecta a la orientación estratégica de una empresa, los directivos suelen ser también demandados para planificar y deben marcar el rumbo de una empresa con su experiencia y conocimientos.
A más tardar cuando se utilizan tecnologías nuevas o más actualizadas en las empresas, es imprescindible que los directivos tengan las competencias técnicas para aplicarlas con éxito y también para llevar a los empleados con ellos.
Para planificar con éxito una estrategia empresarial, es necesario que los futuros ejecutivos conozcan bien las posibles aplicaciones, así como los retos que hay que tener en cuenta con las nuevas tecnologías.
Por ejemplo, en el campo de la IA o el IoT, los ejecutivos deben tener los conocimientos técnicos necesarios para poder desarrollar estrategias empresariales. Los ejecutivos responsables deben tener visiones -impulsadas por las nuevas tecnologías- a partir de las cuales puedan crear una estrategia empresarial adecuada.
A menudo hace falta mucho convencimiento para introducir algo nuevo en las estructuras empresariales tradicionales y persuadir a los miembros de los consejos de administración o a los empleados para que emprendan nuevos caminos.
Por lo tanto, es necesario contar con conocimientos previos bien fundados para poder explicar la estrategia a todas las partes interesadas de forma comprensible y también para poder convencerlas. La inteligencia artificial y el aprendizaje automático, en particular, están experimentando un auge imparable en su desarrollo.
La inteligencia artificial se está introduciendo cada vez más en nuestra vida cotidiana y hace tiempo que se ha convertido en la corriente dominante. Por lo tanto, no basta con tener conocimientos tecnológicos sobre IA, IoT y digitalización.
Los líderes y poseedores de conocimientos también deben tener una gran afinidad por los medios digitales y también conocimientos de las últimas tecnologías para poder tomar las decisiones correctas en cualquier puesto de liderazgo.
Los ejecutivos que ya están abiertos a los nuevos medios y tecnologías suelen tener la voluntad y también la curiosidad de abrazar el cambio y seguir formándose en otros temas técnicos. En consecuencia, el aprendizaje permanente también es cada vez más importante para los ejecutivos en tiempos de tecnologías disruptivas y en constante evolución.
Las empresas cuya alta dirección no está al día de los últimos conocimientos se estancan y no pueden impulsar su crecimiento digital porque no pueden reconocer y utilizar las nuevas tecnologías.
Todas las empresas deberían estar interesadas en adoptar las nuevas tecnologías y no rehuir las medidas de formación continua.
Conclusión:
Las exigencias a los directivos del mañana son cada vez más complejas. Para dominar la transformación digital en las empresas, deben tener cada vez más competencias de alta tecnología.
Es esencial tener un conocimiento básico de importantes tecnologías del futuro, como la IA, el aprendizaje automático, la seguridad informática o el IoT. Para colmar las lagunas de conocimientos y estar siempre a la vanguardia de la tecnología, se requiere formación permanente.
Para las empresas, puede tener sentido trabajar con un cazatalentos experimentado y especializado en la guerra por el talento, debido a la escasez progresiva de especialistas y directivos altamente cualificados.