La clave del software inclusivo
El reconocimiento por parte de la alta dirección de la falta de inclusión es un factor clave para llegar a públicos diversos. Las empresas que prestan atención a la diversidad y la inclusión en sus equipos tecnológicos se beneficiarán de oportunidades de innovación, ingresos y valor de marca, muestra el estudio "The Key to Designing Inclusive Tech: Creating Diverse and Inclusive Tech Teams".
"El cambio debe venir de los líderes de los equipos tecnológicos: Tienen el reto de salvar la distancia entre su percepción y la de las mujeres y minorías étnicas de su equipo. El hecho de que los líderes también se enfrenten a verdades incómodas es un requisito previo básico para el desarrollo de una tecnología integradora.", explica Christina Schehl, responsable de la unidad de estrategia, diseño e innovación de Capgemini Invent en Alemania. "La presión sobre las empresas mundiales para que hagan realidad la inclusión es cada vez mayor. Los consumidores esperan ahora que las organizaciones desarrollen productos, servicios y tecnologías inclusivos. Plantear las cuestiones de inclusión -si es que se plantean- sólo al final de los ciclos de desarrollo es demasiado tarde y, por tanto, poco eficaz. Las empresas sólo pueden reducir el riesgo de tecnologías discriminatorias implicando en la fase de diseño y desarrollo a grupos de usuarios lo más diversos posible.."
Brecha entre directivos y empleados
A medida que se desarrollaba la pandemia, las empresas se vieron sometidas a una gran presión para contratar talentos tecnológicos que cubrieran sus necesidades a partir de una reserva de candidatos cada vez más reducida. En el proceso, su atención a las buenas prácticas de diversidad e inclusión ha decaído. Así, ha surgido una brecha entre la percepción de los ejecutivos que consideran que sus equipos de TI y tecnología se caracterizan por la inclusión y la realidad que experimentan las empleadas y los miembros del equipo pertenecientes a minorías étnicas.
Según la encuesta, el 85% de los directivos creen que sus empresas ofrecen oportunidades justas de desarrollo profesional y promoción a todos los empleados, pero sólo el 19% de las mujeres y los empleados de minorías étnicas están de acuerdo. Esta discrepancia contribuye a un déficit continuo de igualdad e inclusión en todas las industrias que proporcionan tecnología a los usuarios finales.
Los ejecutivos creen que se están haciendo progresos, pero los empleados tecnológicos de base siguen siendo críticos con la realidad. La brecha de percepción es amplia: el 75% de los ejecutivos cree que las mujeres y los miembros de equipos de minorías étnicas experimentan un sentimiento de pertenencia en sus empresas, pero sólo el 24% de estos empleados en puestos tecnológicos lo confirma.
El 53% de las mujeres y las personas pertenecientes a minorías étnicas se sienten cómodas compartiendo experiencias personales con sus compañeros y otros empleados, mientras que sólo el 9% de ellas tiene el mismo nivel de confianza en sus jefes. Sólo el 16% de las mujeres y los empleados de minorías étnicas se sienten adecuadamente representados en los equipos de tecnología. Además, sólo una de cada cinco personas en equipos de TI o tecnología es mujer y una de cada seis pertenece a una minoría étnica.
En las organizaciones con una cultura de inclusión avanzada, la diferencia en la evaluación de los procesos y medidas de inclusión entre los directivos, por un lado, y las mujeres y empleados de minorías étnicas en funciones tecnológicas, por otro, es menor. Esto también es cierto en lo que respecta a si las mujeres y los empleados de minorías étnicas tienen el mismo acceso a los recursos humanos, los grupos de empleados y RRHH que otros empleados de orígenes no diversos.
Los equipos inclusivos generan productos inclusivos
Los autores del estudio destacan que las organizaciones con equipos técnicos diversos e inclusivos tienen cuatro veces más probabilidades de producir productos inclusivos. Según el estudio, las empresas deben desarrollar una estrategia de inclusión eficaz que vaya más allá de la educación y la sensibilización en los niveles más altos de la dirección. Deben utilizar diversos procesos, directrices y sistemas de valores para promover la inclusión. Entre ellos figuran las políticas de diversidad y contra el acoso, así como un mandato claro de inclusión para los equipos tecnológicos.
Los líderes, especialmente en este ámbito, deben garantizar que las mujeres y los empleados de minorías étnicas tengan las mismas oportunidades de desarrollo profesional, promoción e influencia en el desarrollo de productos.