¿Seguirán el ejemplo las PYME alemanas?
Por muy presentes que estén ya en el mundo laboral los términos "aprendizaje profundo", "minería de procesos" o "procesamiento del lenguaje natural", las pymes alemanas no conceden una relevancia estratégica especialmente alta a la inteligencia artificial (IA). Para su estudio actual, Deloitte encuestó a más de 300 directivos de pymes sobre los retos, oportunidades y riesgos de la IA en las pymes.
El 64% atribuye a la IA una importancia media o baja para el conjunto de las PYME. En relación con su propio modelo de negocio, el 58 por ciento también le asigna un nivel de importancia bajo. Si los encuestados miran hacia el futuro, la opinión cambia: el 59 por ciento está convencido de que la importancia de la IA aumentará.
Las tecnologías de IA están disponibles en filas, pero ¿cuáles son las más importantes para las pymes? El 45% de los encuestados considera que los sistemas basados en reglas ocupan el primer lugar en cuanto a relevancia, seguidos del aprendizaje automático (41%) y el aprendizaje profundo (36%). Esta priorización coincide con el potencial que más esperan las empresas del uso de la IA, a saber, la automatización de procesos (77 por ciento), el uso eficiente de datos (72 por ciento) y la aceleración de procesos (66 procesos).
Sólo el 43% espera que la IA conduzca al desarrollo de nuevos modelos de negocio. La proporción de empresas que desarrollan aplicaciones por sí mismas es correspondientemente baja, del 26%: el 34% de los encuestados utiliza la IA como producto y el 30% como servicio.
En cuanto a las áreas ideales de uso de la IA en la empresa, una mayoría del 65% nombra el área de TI como el departamento predestinado. Los participantes también identifican un elevado potencial de uso en logística y en gestión de materiales y producción.
Sorprendentemente, son precisamente aquellas áreas en las que las tecnologías de IA establecidas pueden lograr aumentos de eficiencia comparativamente rápidos y sin complicaciones -como en el control o la contabilidad- las que la mayoría de los encuestados califican como significativamente menos adecuadas para la IA.
La actitud ambivalente de las PYME hacia la IA también se refleja en sus valoraciones de los posibles riesgos de su aplicación: un 47% de las empresas teme que se den unas condiciones marco inadecuadas para su uso, como una calidad de datos insuficiente o simplemente la falta de datos. Al 45% le preocupa que el esfuerzo y el rendimiento no se correspondan. Otro 44% ve el riesgo de que las decisiones o los procesos de toma de decisiones no sean transparentes.
La IA es cosa del jefe
¿Quién lleva el sombrero de la IA en la empresa? Para algo más de la mitad de los participantes, la responsabilidad organizativa recae actualmente en departamentos por debajo del nivel directivo, por ejemplo, TI o las áreas operativas que aplican directamente la IA (16% en cada caso). Sólo el uno por ciento de los encuestados tiene su propio departamento de IA. El 48%, en cambio, ya atribuye la responsabilidad a la alta dirección.
También se observa una dicotomía similar en el tema del presupuesto: Es cierto que la mediana de las inversiones en IA se sitúa en torno a los 250.000 euros anuales para toda la muestra. Sin embargo, el 41% llega a invertir 500.000 euros o más, mientras que el 48% de las empresas se mantiene por debajo de la mediana. Para el once por ciento, el volumen financiero en IA es incluso inferior a 50.000 euros anuales. No obstante, el 38 por ciento de los encuestados espera un aumento fuerte o muy fuerte de los presupuestos de IA en el futuro.