Entre la ilusión y la realidad
Al mismo tiempo, la ciberseguridad se considera un factor de valor añadido y cada vez se tiene más en cuenta en el desarrollo de nuevos productos, servicios y modelos de negocio, así como en la digitalización en general. En opinión de muchos CIO y CISO, la tendencia hacia el uso de la nube debería elevar el nivel de seguridad informática, pero también requiere una reestructuración de la arquitectura de seguridad y una mayor inversión. Por lo tanto, los presupuestos para medidas de prevención, detección de ataques y recuperación aumentarán en algunos casos en los próximos años. Como consecuencia más frecuente de un ciberataque, el 87 por ciento de los participantes en el estudio espera un gran daño de imagen y reputación. El 75 por ciento también teme una fuga de datos de clientes y el 73 por ciento una fuga de datos críticos de la empresa.
El riesgo de ransomware es calificado como alto por el 58 por ciento de las empresas. A pesar de este alto nivel de amenaza, el 47 por ciento de los CIO y CISO están totalmente de acuerdo con la afirmación de que son capaces de mantenerse al día de los avances técnicos en torno a la ciberseguridad y los métodos de los hackers. Por el contrario, sólo el 67% mide la resistencia de la seguridad informática en función de indicadores clave de rendimiento (KPI); sin embargo, otro 24% tiene previsto introducir los procesos correspondientes. Estas son las conclusiones del nuevo estudio Lünendonk 2022 "De la ciberseguridad a la ciberresiliencia: ¿a más digitalización, más ciberamenazas?", elaborado en colaboración con KPMG.