Manejo cuidadoso de los datos El Dorado
En la era de la digitalización, los datos se consideran el nuevo oro de las empresas. La omnipresente interconexión de máquinas y personas ha creado posibilidades completamente nuevas de generar datos y utilizar esta información recopilada para añadir valor. Como base para las decisiones empresariales, se supone que estas reservas de datos casi inmanejables sustituyen a los valores puramente empíricos y contribuyen a aumentar los beneficios. La preciosidad de este tesoro se deduce del potencial de creación de valor para las organizaciones. Sin embargo, el camino hacia la utilización de El Dorado de los datos es largo y pedregoso y va acompañado de peligros.
Porque lo que es valioso requiere un tratamiento especialmente prudente. Por tanto, las empresas se enfrentan no solo a la cuestión de qué tipo de datos se extraen, sino también de cómo se gestiona esta información después (y en algunos casos ya antes) de recopilarla.
Cuando se recopilan datos, siempre hay que tener en cuenta las dos caras de la moneda: ¿de dónde proceden y qué ocurre después con ellos? La gran mayoría de los usuarios finales son conscientes del valor de sus datos y, en consecuencia, quieren decidir por sí mismos qué información sobre su comportamiento como consumidores desean divulgar. Por tanto, la protección de datos debe referirse al tratamiento interno de los datos sensibles de los clientes, pero también debe incluir los factores externos que intervienen en la protección de estos datos. No sólo los datos personales de los clientes, sino también la información sensible interna de la empresa debe protegerse de miradas ajenas y accesos no autorizados.
Y aquí, impulsados por la digitalización, cada día surge una reserva casi inagotable de nuevos flujos de datos, con los que los departamentos de TI tienen que lidiar. El deseo de poner estos valores al servicio de las empresas mediante análisis se topa con temores sobre la forma correcta de tratar los datos. Las empresas se enfrentan al dilema de cómo procesar sus lagos de datos sin poner en riesgo su seguridad. No es infrecuente que los proveedores externos necesiten acceder a los datos para realizar los análisis adecuados como base de las decisiones empresariales. Es necesario clasificar los almacenes de datos en función de sus requisitos de seguridad para aplicar las medidas de protección adecuadas.