El fino arte de la inteligencia artificial
Máquinas que serán iguales o superiores a los humanos, esta idea seguirá siendo sin duda una visión durante mucho tiempo. Hasta que los científicos hayan desarrollado una superinteligencia (IA fuerte), los humanos podremos vivir y trabajar bien con IA débiles.
La IA fuerte puede sustituir a los humanos, mientras que la IA débil amplía nuestras capacidades cognitivas. Esta última ya nos ofrece hoy enormes ventajas a la hora de resolver necesidades concretas.
La IA se está convirtiendo en un elemento central de la modernización de nuestra sociedad y nuestra economía. Desempeñará un papel clave para ayudarnos a afrontar los retos mundiales: desarrollar ciudades más inteligentes, transportes más seguros y menos congestionados, reducir la demanda de energía, optimizar nuestras redes eléctricas, reducir las emisiones de CO2 y proteger mejor Internet. En vista de la evolución demográfica, el aumento de la productividad gracias a la IA se convertirá en un factor competitivo decisivo.
Estimular la inteligencia
La IA débil y también los sistemas basados en reglas nos ofrecen ya hoy considerables ventajas con mucho potencial. Controlan las transacciones financieras, hacen predicciones, simulan el tiempo y la evolución económica.
Descubren anomalías, por ejemplo, fraudes con tarjetas de crédito. Son ideales para el diagnóstico y el pronóstico en medicina. Aquí empieza a ser evidente que la inteligencia artificial evaluará primero las imágenes radiológicas antes de que un radiólogo haga el diagnóstico final.
Es superior al ser humano en el reconocimiento de patrones de textos, imágenes, escritura, materiales y tejidos. Es elemental para el mantenimiento predictivo y la revisión.
Desde una perspectiva económica y empresarial, la IA desplegará un gran potencial: No solo libera a los empleados de tareas constantemente repetitivas o incluso peligrosas, sino que también es capaz de analizar y evaluar grandes cantidades de datos con mucha más rapidez y tomar decisiones y realizar tareas basándose en esta información.
Se atribuye un gran potencial a la producción, donde la robótica automatizará aún más la fabricación. Esto hará que Alemania vuelva a ser competitiva como lugar de producción. Ya no habrá razones económicas para externalizar la producción a países con salarios bajos.
Están surgiendo áreas de negocio completamente nuevas gracias a la conexión de la IA con productos, procesos y máquinas conectados en red (Internet de las cosas, IoT).
La IA se está convirtiendo cada vez más en una tecnología básica disruptiva. Revolucionará nuestra vida laboral, incluidas las aplicaciones informáticas actuales. Al igual que los humanos, las máquinas no están libres de errores.
Esto es aceptable en muchos casos en los que no está en juego la salud, la vida o la muerte o el juicio de las personas. Los humanos utilizaremos niveles de tolerancia porcentuales para definir las probabilidades hasta las que consideramos correcto un resultado de cálculo.
Nuestra tarea ya no consistirá en realizar nosotros mismos las tareas individuales o los pasos del proceso, sino en supervisar y optimizar la máquina.
La información es la clave
La avalancha de información desborda nuestras capacidades cognitivas humanas. No utilizamos el 80% de la información que recopilamos. Y cada día y cada año hay más información: La Industria 4.0, el Internet de las Cosas... multiplicarán por 10 el volumen mundial de datos de aquí a 2020.
La sobrecarga de información actual es ideal para las aplicaciones de IA. Sin embargo, la masa de esta información no es adecuada para incorporarla a un ERP como SAP.
Lo que se necesita es un software sensible al contenido y al contexto que gestione y almacene cantidades gigantescas de datos de forma muy eficiente y que pueda ampliarse horizontalmente según sea necesario.
Esta ha sido siempre una tarea y una capacidad única de los sistemas de gestión de contenidos empresariales (ECM) como Doxis4 de SER. El ejemplo de DHL Express lo ilustra claramente: en el repositorio de información Doxis4 de SER se almacenan actualmente 8.500 millones de documentos. La media de accesos diarios es de un millón.
Hace más de 20 años, ya era cierto que el 80 por ciento de toda la información en un contexto empresarial es no estructurada. Esto no ha cambiado hasta hoy.
El repositorio de información del software Doxis4 ECM de SER contiene toda esta información: desde datos SAP -tanto actuales como archivados-, correos electrónicos, documentos, contenidos de redes sociales, sitios web, datos de máquinas hasta imágenes y vídeos.
La información se está convirtiendo por fin en un factor de producción en la era de la inteligencia artificial. La logística de la información se convertirá en el factor más poderoso que influya en la creación de valor en el futuro.
El repositorio de información, núcleo del software ECM, se convierte en caja fuerte de la nueva moneda corporativa: la información. Utilizada como archivo digital, esta información contiene valores empíricos y preserva la memoria.
El reto de las empresas reside hoy en la complejidad tecnológica de la gestión de la información. Además de SAP, se utilizan muchas otras aplicaciones empresariales que almacenan sus datos en sus propias bases de datos y estructuras. La productividad de los trabajadores del conocimiento ya se está resintiendo como consecuencia de ello.
En el futuro, esta situación también tendrá consecuencias negativas para los resultados de la IA. La IA necesita datos de diferentes fuentes de información para aprender de ellos y hacer predicciones. Por tanto, la integración de silos de información distribuidos por toda la empresa se convertirá más que nunca en un reto estratégico de TI.
Contacto con una nueva tecnología
La interfaz persona-ordenador ya no estará determinada únicamente por el teclado, el ratón, el escáner y la cámara. Pronto, todo tipo de dispositivos, productos y aplicaciones informáticas responderán a las llamadas. No en un lenguaje técnico, sino como si habláramos de persona a persona.
Por primera vez, entramos en un diálogo similar al humano con la máquina. Qué posibilidades ofrece el estado actual del Procesamiento del Lenguaje Natural (PLN) a un ECM es el tema de un proyecto de investigación conjunto del Instituto Austriaco de Tecnología (AIT) y SER.
Se acabaron las interfaces de usuario
A diferencia de los humanos, los agentes virtuales no necesitan interfaces de usuario. Las interfaces de usuario para introducir datos, buscar, reenviar o archivar información ya no existirán en el sentido clásico en el futuro.
Como ya ocurre actualmente con las transacciones financieras, los humanos sólo intervendrán en el curso de los negocios si el sistema informa de anomalías o puede descontrolarse. Con estos sistemas ECM basados en algoritmos, los procesos empresariales y muchas decisiones pueden automatizarse en gran medida.
Hablando de gestión proactiva de la información, se nos proporciona proactivamente información en el contexto de nuestro trabajo, acciones y decisiones sin tener que buscarla.
Las empresas, por ejemplo del sector de los servicios financieros, cuya administración se centra en el tratamiento de la información, serán de las primeras en adoptar estos sistemas ECM basados en IA. La contabilidad también genera enormes cantidades de datos que deben procesarse bajo normativas legales cada vez más complejas y estrictos requisitos de cumplimiento.
Con el procesamiento automatizado de la recepción de facturas, las facturas entrantes ya pueden procesarse automáticamente hasta el momento de la reserva oscura.
La IA debe servir y beneficiar
El gran arte de la inteligencia artificial debe ser servir y beneficiar tanto a las personas como a las empresas. Sólo estamos al principio de este desarrollo de época, cuyo final aún no se vislumbra.
A pesar de toda la euforia por la tecnología, la digitalización en las empresas dista mucho de estar tan avanzada como para que debamos descuidarla. La inteligencia artificial requiere digitalización.
Debemos aprovechar el tiempo hasta que la IA alcance la "madurez en serie" para avanzar en la digitalización. Las potentes memorias de aprendizaje profundo son el requisito previo. Estos y muchos otros aspectos son las razones por las que los sistemas ECM encabezan ahora las listas de deseos de la mayoría de las empresas.
Los sistemas ECM como Doxis4 llevan casi 20 años utilizando redes neuronales para la clasificación y extracción. Tienen un alto valor de utilidad y son prácticas. Están esperando a ser utilizadas.