Conversión
El mercado del automóvil ha experimentado cambios significativos en los últimos años. Los coches eléctricos, las empresas disruptivas como Tesla y conceptos de movilidad completamente nuevos como la economía colaborativa están ejerciendo una presión de cambio cada vez mayor.
La introducción de S/4 es una base importante para la transformación digital de las empresas, de modo que puedan reaccionar adecuadamente a las cambiantes condiciones del mercado y desarrollar nuevos modelos de negocio. El cambio asociado afecta a todos los actores de la industria del automóvil.
Desde el desarrollo hasta la producción y las ventas, todas las áreas centrales se ven afectadas. Por último, la electrificación y la digitalización exigen competencias completamente nuevas. Una reacción común derivada de la incertidumbre es la actitud defensiva.
Hay que tener cuidado de no interpretar estas actitudes defensivas como algo negativo, como falta de motivación o incapacidad, sino averiguar qué hay detrás de los síntomas. Este análisis merece la pena. Sólo así los proyectos complejos de digitalización podrán ir acompañados de medidas adecuadas de gestión del cambio, detectar la resistencia en una fase temprana y, en el mejor de los casos, transformarla en un impulso positivo.
Con la introducción de un nuevo sistema ERP, estos automatismos se interrumpen por el momento. Los usuarios tienen que volver a aprender a utilizar el sistema y, si no perciben mejoras inmediatas en su trabajo diario, al principio les preocupa el esfuerzo que les supone.
La resistencia describe actitudes defensivas (aparentemente) justificadas racionalmente. Se trata, por ejemplo, del rechazo de una transformación S/4 debido a experiencias de otros proyectos comparables o debido a consecuencias para el lugar de trabajo o el papel del individuo difíciles de prever. En casos extremos, se sabotean los proyectos de cambio y se habla mal de ellos.
A nivel empresarial, la resistencia puede derivarse culturalmente. La cultura empresarial ágil con responsabilidad y autoridad decisoria descentralizadas, jerarquías planas y cooperación interdisciplinar, que a menudo se considera necesaria para una implantación de S/4, se califica de inferior a la media en el sector de la automoción.
Esto significa que una implantación de S/4, especialmente en estructuras organizativas y de gestión clásicas como las que vemos en el sector de la automoción, está asociada a un cambio cultural más profundo que en las empresas con estructuras ágiles.
Esto es especialmente cierto si dicha introducción no se entiende únicamente como un cambio tecnológico, sino como una transformación empresarial integral que afecta también a la organización estructural y de procesos y al tipo de cooperación.
Por ejemplo, los empleados tienen reservas profesionales o se muestran escépticos ante una implantación compleja de ERP porque no se consideran suficientemente cualificados. Los factores blandos se refieren más bien a su propia "agenda oculta", vinculada a su trayectoria profesional personal o a su reputación en la estructura organizativa existente.
Especialmente en las grandes empresas del sector de la automoción, puede surgir un mosaico de soluciones improvisadas que merme considerablemente la eficacia de la transformación de S/4.