La computación en nube no es una opción
Si quiere mantener el pulso, ya no puede evitar la nube. Incluso los proveedores de soluciones han empezado a distribuir a sus clientes a través de la nube por iniciativa propia. Varias aplicaciones ya no se ofrecen in situ. Tomemos el ejemplo de SAP: el núcleo central ERP como S/4 Digital Core se encuentra en las nubes de la mayoría de las empresas en sus propios centros de datos o con proveedores que gestionan la conexión, garantizan la seguridad de los datos, un funcionamiento estable y la actualización del software.
Movilidad necesaria
SuccessFactors, Commerce o Sales Cloud o aplicaciones específicas en la Business Technology Platform (BTP) provienen de diferentes nubes de SAP. Las extensiones del sistema, a su vez, se encuentran en la BTP. Los archivos y las soluciones ECM ahora también dependen de sus propias nubes dedicadas, al igual que las soluciones ofimáticas comunes (Microsoft 365). Rápidamente se hace evidente que, si la información no está ya distribuida, el uso coherente de aplicaciones empresariales comunes conducirá a la distribución de la información a través de las respectivas nubes.
En este universo multi-nube, las empresas y los proveedores necesitan unir los diferentes mundos. Las soluciones WAN definidas por software (por ejemplo, Cato Networks) pueden ser un medio eficaz para gestionar mejor la dinámica del cambio a través de la computación en nube. Es necesario que exista una influencia de dirección para los cambios entre las nubes. La movilidad en la nube de datos también requiere movilidad por parte del usuario. Las empresas o proveedores necesitan recursos para dominar y aprovechar las ventajas de la computación en nube.
La gran complejidad e interacción de distintos proveedores y tecnologías exige un replanteamiento. La velocidad que adquieren los procesos empresariales a través de la computación en nube aumenta el riesgo de que los datos corporativos se vean comprometidos de forma inadvertida. Cada etapa de virtualización de toda la construcción aumenta de nuevo la superficie de ataque. Además, hay nuevas normativas de la DSGVO: la computación en nube y la multi-nube, por desgracia, también implican muchos conjuntos diferentes de contratos que hay que dominar y sincronizar. Esto supone un reto tanto para las PYME como para el entorno corporativo. Los usuarios de nubes deben buscar asesoramiento y apoyo en este sentido, independientemente del proveedor respectivo.
Incluso en la nube, la soberanía sobre el almacenamiento de datos, las copias de seguridad o los cambios debe seguir en manos de las empresas. Quienes se llevan sus datos fuera de las instalaciones tienen la responsabilidad de controlarlos y deben conocer su distribución.
Proximidad a los expertos
La computación en nube no es una opción. Hoy en día, es el medio para organizar la información de la mejor manera posible, creando velocidad y acceso a las soluciones más innovadoras. El uso de diferentes nubes debería aportar a las empresas ventajas claramente reconocibles. Con su campaña Rise with SAP, SAP aboga por un aumento de la distribución de datos a través de hiperescaladores. Sin embargo, esta ventaja aún no es evidente para todas las partes interesadas. La computación en nube como fin en sí misma no tiene sentido. Las empresas sólo se benefician cuando las ventajas empresariales son reconocibles y se dominan los retos.
Los mejores beneficios y la mayor velocidad están asegurados para aquellos que mantienen la influencia sobre su núcleo digital (ERP) y no pierden la proximidad a los expertos para la integración. La seguridad para poder beneficiarse de la dinámica de la nube proviene de los grupos de competencias propios, así como de los proveedores de confianza.