Salir de la crisis
La pandemia de COVID-19 nos ha enseñado muchas cosas, la principal de ellas que las cadenas de suministro recortadas en aras de la eficiencia no permiten mucha flexibilidad cuando se trata de un exceso de demanda. La mayoría de los países fueron incapaces de proporcionar la capacidad suficiente en términos de ventiladores, cuidados intensivos, equipos médicos y personal necesario para hacer frente al número de casos que requerían atención urgente simultáneamente, simplemente porque las cadenas de suministro no estaban equipadas para hacer frente a tal aumento de la demanda. En nuestra existencia humana no existe la capacidad infinita, y sería insensato seguir sugiriendo que existe. Para salir de esta crisis y evitar que se repita, debemos entender cómo hacer y hacer más con los recursos de que disponemos.