Los tres conceptos erróneos más populares sobre la nube pública
Los principales argumentos para los responsables de TI son una escalabilidad más rápida de los recursos informáticos, el acceso móvil a los mismos, un mayor rendimiento y más flexibilidad. Al mismo tiempo, las empresas también esperan menores costes de TI y menos esfuerzo administrativo del uso de la nube pública.
Pero, ¿qué hay de cierto en estas supuestas ventajas? ¿Ofrece la nube pública lo que los CIO alemanes suelen esperar de ella? Es hora de cuestionar críticamente algunos puntos. He aquí los tres conceptos erróneos más populares sobre la nube pública:
Error 1: La nube pública es siempre la opción más barata
Sí, es cierto: Las nubes públicas son una solución rentable para la infraestructura de TI, pero esto sólo es cierto en determinadas circunstancias. Por ejemplo, hiperescaladores como Amazon, Microsoft o Google anuncian que los usuarios solo tienen que pagar por lo que realmente utilizan, palabra clave "pay as you go".
Para los sistemas de formación, por ejemplo, u otras ampliaciones de capacidad que sólo se necesitan durante un breve periodo de tiempo, este modelo de pago también resulta muy atractivo. Sin embargo, para las aplicaciones SAP que se utilizan 24 horas al día, 7 días a la semana, la situación es muy diferente. En este caso, la nube pública puede convertirse rápidamente en una trampa de costes.
A nadie se le ocurriría reservar un taxi para un uso continuado. Sólo es el medio elegido para distancias cortas. Los llamados "recursos reservados" suelen ser la solución más rentable para cargas de trabajo 24/7.
Pero la TI en la sombra, con aplicaciones ocultas y en parte no utilizadas que se han transferido sin cuestionamientos a la nube pública, también puede disparar los costes. Por eso es indispensable un cálculo transparente e individual para determinar la solución realmente más favorable para la carga de trabajo respectiva.
Esto debe calcularse siempre en función del tiempo de funcionamiento previsto. Puede resultar que una combinación de diferentes soluciones en nube, es decir, una multi-nube, sea la solución ideal en un caso concreto. Las herramientas de optimización de costes pueden ser útiles en este caso.
Error 2: La nube pública funciona sola
Eso también es cierto: Las nubes públicas tienen una capa de automatización cómoda, los hiperescaladores han hecho un trabajo realmente bueno. Pero la complejidad de un centro de datos sigue existiendo.
¿A qué me refiero? Potencia de cálculo, redes, cortafuegos, espacio de almacenamiento: todos estos recursos pueden reunirse a primera vista con unos pocos clics a través de la consola web de la nube. Además, hay una serie de útiles servicios adicionales y microservicios con los que los usuarios pueden crear aplicaciones muy fácilmente.
Sin embargo, plug-and-play es un concepto erróneo. Los componentes individuales también deben montarse en el orden correcto y con los parámetros adecuados. No basta con poder comunicarse con las máquinas a través de interfaces, también hay que saber utilizarlas correctamente.
A pesar de toda la automatización, siguen siendo necesarios expertos con los conocimientos adecuados que sepan cómo implementar y orquestar todo correctamente. Las plantillas de infraestructura estandarizadas pueden ayudar en este sentido, pero incluso estas deben diseñarse primero sobre la base de la experiencia.
Error 3: La nube pública es fácilmente accesible a través de Internet
Sí, la consola de gestión y la API de la nube pública son fáciles de manejar a través de la web. Esto significa que muchas funciones pueden administrarse a través de una conexión normal a Internet. Pero sigue sin ser fácil acceder a la nube pública desde la red de la empresa.
Porque una nube pública es, en realidad, como un centro de datos en sí mismo. Y por buenas razones, las máquinas virtuales no son fácilmente accesibles a través de Internet:
Por ejemplo, los cortafuegos, el cifrado y una zona desmilitarizada (DMZ) son indispensables para proteger las máquinas virtuales en la nube pública. Por regla general, las máquinas virtuales solo se utilizan con una dirección IP privada.
Además, la VPC de nube pública debe estar conectada a la red corporativa para que los servicios de nube proporcionados puedan integrarse sin problemas en el panorama de TI. La mayoría de las redes de empresa solo abren los puertos http y https, el resto del tráfico de datos está bloqueado y no puede salir de la red.
Para acceder a los servicios alojados en una nube pública, debe establecerse una conexión de red de confianza. Puede ser una VPN de internet u otra conexión de red dedicada.
Por desgracia, no existe ninguna solución lista para integrar la nube pública en la red de la empresa. Por tanto, cada usuario debe preguntarse: ¿Dónde está la nube pública que quiero utilizar? Y ¿cómo la integro de forma segura en mi red?
Esto también requiere experiencia. Una nube pública sólo es segura si se ha configurado de forma segura. De lo contrario, las brechas de seguridad involuntarias pueden abrir la puerta a los hackers.
Conclusión
La nube pública no debe abordarse con demasiada ingenuidad; tampoco es una conclusión inevitable. Pero si se presta atención a algunas cosas y se configura correctamente con la ayuda de expertos, una nube pública -en su caso, en combinación con otros modelos de nube- ofrece realmente una serie de ventajas.