Entrada rápida en la fabricación digital
Muchas pequeñas y medianas empresas industriales ya gestionan eficientemente los procesos comerciales en un software ERP de SAP (Business Suite 7 o S/4 Hana) y los procesos logísticos en una plataforma logística y JIS. Sin embargo, para aprovechar el potencial que ofrecen la transformación digital y la Industria 4.0, también es necesaria una visión clara de los procesos de fabricación actuales. Esto lo proporciona un sistema de ejecución de fabricación (MES) que reúne información de fuentes de datos individuales en la producción como un "hub" central.
Pero el uso de estos sistemas no está muy extendido en las medianas empresas industriales. Temen el largo periodo de implantación de un MES "clásico" y los costes asociados, que aumentan si la puesta en marcha se retrasa por los numerosos ajustes y solicitudes de cambio. Además, la facilidad de uso y la gama de funciones de los MES convencionales no suelen satisfacer las necesidades de los usuarios.
Muchas PYME siguen registrando sus datos de producto (acabado, rendimiento, rechazos, producción y tiempo de ciclo), datos de proceso (tiempos de inactividad, funcionamiento, producción y preparación, paradas planificadas o no planificadas) y notificaciones de calidad de forma descentralizada en archivos CSV y Excel, soluciones desarrolladas por ellas mismas, a veces incluso en papel. Los escollos de una base de datos tan poco homogénea son bien conocidos: Hay una falta de transparencia sobre el proceso de fabricación, el seguimiento y localización sin fisuras es casi imposible y las preguntas centrales sobre el potencial de optimización de los tiempos de producción o la eficiencia de la planta no pueden ser respondidas con precisión, si es que lo son. El uso de aplicaciones especiales para cartografiar los procesos de producción tampoco es una opción. Existe el riesgo de que proliferen las aplicaciones y las interfaces, lo que infla el panorama informático, aumenta los costes operativos y supone una carga adicional para el departamento interno de TI, normalmente escaso de personal y sobrecargado de trabajo.
La salida a este dilema es un MES moderno, ágil, intuitivo y basado en web que permita una entrada rápida y rentable en la producción digital y el seguimiento y localización. El requisito previo para ello es que mapee todas las líneas de producción y estaciones de trabajo como un gemelo digital y, por tanto, refleje los procesos del taller y la lógica de producción uno a uno. Es igualmente importante que los usuarios empresariales y los ingenieros de procesos sin conocimientos informáticos especiales puedan configurar ellos mismos sus parámetros de proceso y producción de acuerdo con el enfoque "low-code/no-code". Esto, así como la puesta en marcha sin ayuda externa, es un verdadero valor añadido, porque alivia la TI interna y se eliminan los costes de consultores externos de TI.
También ofrece ventajas inestimables una interfaz diseñada consecuentemente según la UX, que guía al usuario final de forma segura y con ayuda del diálogo por todos los pasos del proceso, la configuración y la administración, acelerando así los flujos de trabajo y evitando entradas incorrectas. Las comparaciones objetivo/real de los parámetros de proceso en tiempo real, la ejecución y confirmación digital de las instrucciones de prueba y el bloqueo automático de la producción en caso de error son otros puntos a favor. En el mejor de los casos, el MES dispone de funciones para analizar los parámetros reales del proceso y activa una alarma directamente en caso de desviación o avería en una máquina o estación de trabajo, de modo que se pueda iniciar inmediatamente el mantenimiento o la revisión.
El MES también debe ser desarrollado continuamente por el proveedor, soportar estándares de interfaz como OPC UA para la interconexión digital de la producción y el estándar MQTT para escenarios IoT, y permitir una fácil conexión con el software SAP y una plataforma logística y JIS a través de API Rest. Si además puede escalarse de forma flexible y funcionar en la nube (privada o pública), híbrida u on-premises, el camino está despejado para la producción digital y una fábrica inteligente.